REVISTA CONCORDIA 2 – CALÉNDULA Rebeca Pérez Geronimo (Ed.)

 10.00

REVISTA CONCORDIA 2 – CALÉNDULA Rebeca Pérez Geronimo (Ed.)

 10.00

Cuerpo: dame en ti una isla que asegure hervor
una casa, una torre
alquílame la ilusión de la certeza
que no me raje incesante tu devenir.
Cuerpo, instálame en ti no como imprecisa fuga
dame la precisión de un contorno

Hanni Ossott

En esta publicación corporal hemos escogido la hierba Caléndula como inspiración, especialmente por la conexión que tiene con nuestra piel. Al igual que en las otras ediciones, la provocación editorial es la propuesta de un ejercicio que luego es editado en conjunto a lo largo de unas semanas previas a su impresión.  En ese sentido, la Caléndula nos permitió brindarle materialidad al ejercicio propuesto a las escritoras invitadas ya que en esta oportunidad les pedimos que trabajaran en sus narrativas alguna parte del cuerpo. Esta edición es una vuelta al cuerpo. Como si desde la oscuridad el llamado hubiera sido tocar al otro y tocar implica un contacto que es multisensorial, así como los cuentos de esta compilación que rodean partes del cuerpo y desde cada resquicio, presentan una exploración distinta.

Escogimos la Caléndula para este número precisamente por esa relación ancestral que hay entre los usos de la hierba con nuestra piel. La caléndula se utiliza habitualmente por vía tópica para acelerar la cicatrización de los tejidos tras heridas, quemaduras y contusiones ya que la flor es antiséptica y antiinflamatorio. Por eso vemos que es un ingrediente común en cremas, bálsamos y ungüentos. Esta soleada hierba no sólo es resistente, sino que sus flores radiantes además de curativas, son comestibles. Antiguamente las flores de caléndula eran un ingrediente frecuente en los guisos y sopas de invierno; como las plantas tienen una temporada de floración prolongada, que puede ser de todo el año en algunos lugares más cálidos, se pensaba que las flores proporcionaban buena salud durante los meses más fríos. Es decir, acompaña los cuerpos también desde adentro, nutriéndolos.

La caléndula es muy generosa. He leído que cuanto más recojas, más florecerá la planta y que a diferencia de muchas flores, ella no es exigente: le gusta el sol, la tierra fértil, aunque también le va bien la tierra pobre y el riego ocasional. Le irá bien si es sumamente cuidada y casi igual de bien si se la ignora. Cuando las flores están listas para ser recogidas, usualmente están pegajosas y esa resina que las cubre es la que guarda muchísimas propiedades curativas. La hierba presenta un comportamiento noble como el de nuestros cuerpos que nos persiguen, se nos pegan a nosotras mismas, no nos abandonan. O eso parece. Mientras más los cuidamos, más se hacen presentes en nuestros rituales pero si los olvidamos siguen allí.

Para esta edición, la comunidad de escritoras está compuesta por Rafaela Pinto Reyes, argentina residenciada en Berlín, quien escribió el cuento “Compartida” en el que nos presenta un re-descubrimiento de las formas, de la forma corporal de una madre primeriza que se recorre a sí misma con detenimiento, dentro de la burbuja de la conformación de una nueva idea de hogar, un hogar entendido como cuerpo también. Valentina Ramona de Jesús, escritora colombiana, cierra este número con el cuento “La especie frágil”, en el cual el tema de lo corporal haya su reflexión en el cuerpo de una madre también, una madre que toma una decisión radical de no moverse de una cama. El duelo es un motivo importante en el eje de esta historia y se materializa en el deterioro de un cuerpo pero una vez más, un cuerpo que acompaña y que lo hace hasta el final. Por último, para esta edición presentamos una nueva variante: uno de los cuentos publicados es una reedición que, junto a la hierba, también me inspiraron a decidir el tema que finalmente propuse como ejercicio. Para Caléndula Concordia re-editamos el cuento de Carolina Lozada, “Animal realengo”. Este cuento, que no fue escrito originalmente para la revista, sirvió como punto de partida ya que persigue el vínculo de la narradora con una parte de su propio cuerpo y eso me obligó a mí como editora a perseguir la idea de cómo hablamos de las partes del cuerpo, qué palabras y cuidos asociamos con él, cómo lo corporeizamos a través de palabras. Es así como a partir de esta constelación hemos engranado la publicación de Concordia Caléndula.

Rebeca Pérez Gerónimo

2 disponibles

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